‘ Cultivamos nuestras tierras desde hace decenios, hasta que vienen y nos las roban a la fuerza.” Haji Abed Sawafta se indigna por la confiscación de la tierra de sus antepasados por parte de las autoridades israelíes.
La confiscación de tierras en el valle de Al Aq’oun
Las tierras del señor Abed Sawafta se encuentra en el valle de Al Qa’oun, en la parte norte del Valle del Jordán, región de Tubas. El valle era considerado coma ‘una fuente de vida’ para cientos de familias palestinas que vivían en la zona antes del 1967 y que todavía viven allí actualmente. La importancia de la región, rica en recursos naturales y su ubicación estratégica cerca de la Línea Verde (la línea de armisticio de 1949) fue objeto de especial atención para los israelíes, quienes no han dudado en explotar la tierra y confiscar el valle (a la fuerza cuando ha sido necesario), para anexarlo a Israel.
El área de la que hablamos consiste en 180 hectáreas de tierra esencialmente agrícola. Los dueños habían cultivado esta tierra durante años, hasta que en 1978, los miembros de la Administración Civil llegaron, acompañados de soldados israelíes, para expulsarlos y confiscar sus tierras. Los propietarios aseguran que no recibieron ningún tipo de notificación u orden militar que les informara previamente de estas medidas. Se vieron obligados, por la fuerza de las armas, a abandonar sus tierras, las cuales fueron legadas a los colonos israelíes de Ma’aleh Bilbao y Maaraf kibutzim (dentro de la Línea Verde y cerca del valle de Al Qa’oun) con el objetivo de que las cultivaran y mantuvieran bajo bajo control.
El muro de separación se consolida la toma de tierras en el valle de Al Qa’oun
En el año 2002, el gobierno israelí comenzó su política de segregación unilateral entre Israel y los Territorios Palestinos Ocupados (OPT) mediante el establecimiento de una zona de segregación a lo largo de Cisjordania. Su pretexto para construir este muro fue el de proporcionar seguridad al pueblo israelí. Sin embargo, los mapas publicados por el Ministerio de Defensa de Israel muestran que el muro es una técnica para recopilar más tierras palestinas y anexarlas a Israel antes de que se alcance ningún tipo de acuerdo con los palestinos.
Hasta la fecha, miles de hectáreas de las tierras palestinas han sido confiscadas o aisladas, mientras que el 60% del trazado del muro se ha completado. Cuando todas las secciones de la muralla estén construidas, el 13% de Cisjordania quedará aislado en el Oeste y será anexada a Israel. Por consiguiente, las 107 colonias que cubren casi el 80% del total de los colonos serán anexionados a Israel, y cerca de 70 comunidades palestinas y 300.000 personas se verán encerradas en la Zona de Segregación del Oeste [1], aisladas de otras comunidades y de los centros de las ciudades más grandes.
La construcción del Muro de Segregación al Norte del valle del Jordán se inició en 2005 y fue terminada en 2006. Las excavadoras israelíes arrasaron toda la tierra que rodea el valle de Al Qa’oun y se instalaron cercas eléctricas para anexar el territorio a Israel. Desde el año 2002, el Muro ha sido objeto de numerosas modificaciones, pero en ninguna ocasión se ha retirado dejado el valle de Al Qa’oun fuera de la Zona de Segregación. En su lugar, estas modificaciones se han centrado en zonas problemáticas consideradas como un obstáculo para el objetivo colonial israelí.
Parece que el valle de Al Qa’oun nunca fue visto como un obstáculo por las autoridades israelíes, de modo que trabajan para anexarlo y legitimar su confiscación en 1978, que tal y como hemos dicho, se llevó a cabo de forma ilegal y bajo la amenaza de las armas.
Conclusión
Israel utiliza diversos medios para tomar el control de la tierra palestina desde la ocupación del territorio en 1967. Los palestinos consideran que medios como parte de la estrategia israelí de colonización a través del establecimiento de colonias y el control de la tierra y los recursos naturales. Por otra parte, la construcción del Muro de Segregación no es más que una herramienta adicional para dicho control y para ampliar las fronteras del Estado Judío.
Estas ampliaciones son regulares y consideradas ilegales por el derecho internacional:
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El artículo 8 del Estatuto de Roma sobre la Corte Penal Internacional prohíbe ‘la destrucción y la apropiación de bienes, no justificadas por necesidades militares y ejecutadas a gran escala de modo ilícito y arbitrario’. Estos actos, considerados crímenes de guerra, son una grave violación del Convenio de Ginebra.
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El artículo 49, apartado 1, de la IV Convención de Ginebra, certifica que ‘los traslados forzosos, individuales o en masa, así como las deportaciones de personas protegidas fuera del territorio ocupado al territorio de la Potencia Ocupante o al de cualquier otro estado , ocupado o no, están prohibidos, sea cual sea su motivo ‘.
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El artículo 17 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada y proclamada por la Asamblea General el 10 de diciembre de 1948 proclama que ‘nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.’ Esto prohíbe a Israel destruir y confiscar las propiedades de los palestinos, sea cual sea la situación.
[1] La Zona de Segregación del Oeste representa las tierras situadas entre la Línea de armisticio o Línea Verde de 1949 y el Muro de Segregación.
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